La noche del 24 al 25 diciembre es la elegida por Papá Noel para surcar los cielos a bordo de su trineo y repartir juguetes en los hogares de los niños de todo el mundo.
Así que es normal que los pequeñines experimenten un nerviosismo que les impida conciliar el sueño. Y no me extraña. ¡A mí me pasa igual! ¡Qué emocionante!
Pero, ¿cómo podemos lograr que se acuesten temprano para dejar a Papá Noel que haga su tarea? La eterna pregunta que nos formulamos todos los años…
1. Explicándoles que nadie puede sorprenderle repartiendo los regalos
Y que no pueden levantarse de la cama en mitad de la noche, para que no le pillen con las manos en la masa. Si no, el viejecito de la barba blanca no podría llevar regalos a otros niños, que se pondrían muy tristes.
2. Dejándole un vaso de leche calentita con galletas
Papá Noel trabaja mucho esa noche y tiene que reponer fuerzas. De hecho, se la pasa entera trabajando. La leche y las galletas le ayudarán en su tarea, proporcionándole mucha energía. ¡Desde luego, la necesitará!
3. Y vasos de agua para sus renos
Los renos han de beber mucho para completar su tarea. Unos vasos de agua o zumo les aliviarán la sed. Parece ser que el de naranja les encanta.
Si quieren, pueden también dejarles algo de fruta para el camino. El plátano les suele gustar mucho y no perderán mucho tiempo mientras lo comen. ¡Incluso podrán hacerlo volando.
4. Y a la mañana siguiente, les estará esperando un regalo de parte de Papá Noel
Sin duda, la mejor de las explicaciones. Porque la cara de ilusión que pondrán al levantarse y ver el salón lleno de regalos no tiene precio. Para mí, desde luego, es el mejor de los presentes.
¡Feliz noche de Papá Noel!
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