Hace un par de años en unas fiestas de Carnaval, una mami del cole de mi hija y yo charlábamos sobre la poca gracia que tiene cuando un niño se disfraza de algo que incluya pistolas, metralletas o cualquier artilugio que invite a la violencia.Hay temas que me superan..
Hace días, cuando dí con este pdf que no tiene desperdicio y recordé aquel niño con cara de travieso que hacía que disparaba como si fuera un juego gracioso.
Ya sé que no hay que ser más papista que el papa y que “de toda la vida de Dios” los niños han jugado con pistolas, pero es que a mí lo de “de toda la vida de Dios” no me va nada, así que desde aquí reivindico que no es lícito ni moral ni educativo ni nada comprarle juguetes que inciten a la violencia a los niños. Será que no hay juegos y actividades educativos para hacer con los peques y que además les sirvan en un futuro. Será que no podemos tener un poquito de cabeza y pensar en algún juego o juguete que en un futuro les sirva como herramienta de aprendizaje o incluso para saber gestionar sus emociones de forma correcta.
A veces es la publicidad la que nos mete en casa este tipo de juguetes. Si el adulto ha sido “engañado” dificilmente será capaz de pararse a pensar si aquello que está comprando y consumiendo, es lo que realmente quiere para su hogar y sus hijos. Tened en cuenta que la propaganda es muy poderosa. El niño o niña pide “una pistola de agua”… ¿ O pide una pistola de la marca de la cual ha visto en la tele el anuncio?
Los padres y madres a veces tenemos que pararnos para reflexionar, sobre aquello que estamos invitando y dejando entrar a la vida de nuestros peques.
Os dejo con el pdf que os comentaba, para los que quieran concienciarse sobre el tema, que recoge una frase muy real: Si nos gusta vivir, ¿por qué jugar a matar?
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