A veces, a partir de los 18 meses de edad, cuando los niños empiezan a hablar más, los padres perciben una alteración de la fluidez normal del habla , constatando que a veces el tartamudeo incipiente.
Suele ser una de las visitas más típicas del desarrollo del lenguaje en el niño y afecta a aproximadamente uno de cada 100 escolares. Se dan más casos entre niños que en las niñas y la edad de inicio se sitúa entre los 2 y 5 años, que es cuando los pequeños desarrollan su lenguaje.
Hay que diferenciar entre tartamudez y disfluencia normal del lenguaje. El tartamudeo es cuando el niño repite las sílabas, los sonidos, las palabras o las frases enteras, o bien cuando titubea para empezar a hablar.
En cambio, la disfluencia normal se da alrededor de los dos años cuando el niño simplemente repite las palabras que acaba de aprender y que todavía le resultan demasiado complicadas.
Una gran parte de estos problemas del habla (incluso hasta mas del 80 %) desaparecerán totalmente y de manera expontánea y sin tratamiento, en los dos años posteriores a su aparición, pero entre el 20% y el 50% de estos problemas iniciales pueden continuar hasta la edad adulta.
¿Que causa el tartamudeo?
Lo más frecuente es que la tartamudez sea un trastorno de tipo emocional o relacional, que se manifiesta en la comunicación verbal y se ve agravado o mejorado según el estado emocional del niño.
¿Que podemos hacer para ayudar al niño?
- Dedicar todos los días 15 o 20 minutos para hablar con el niño: ver/leer algún cuento juntos o hacerle comentarios sobre lo que el adulto ha hecho a lo largo del día y hablar mucho con el, para demostrarle que no hay prisa.
- Fomentar un clima de comunicación en la familia y hablar con el niño sin corregirle constantemente si se equivoca: de este modo, él gana en seguridad y confianza.
- Estimular el lenguaje y la articulación de palabras mediante canciones y trabalenguas.
- Esforzarse en comprender al pequeño y hablar muy despacio y haciendo pausas.
- Reforzarle de manera positiva cuando haga logros.
¿Que es lo que nunca debemos hacer a nuestro hijo?
- No interrumpir cuando el niño hable ni completar sus frase.
- No etiquetarle de tartamudo y dar normalidad a la situación.
- No reírse nunca de él.
Por supuesto acudir a un foniatra será la mejor ayuda para tu pequeño cuando así lo necesite.
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