En los y las bebés no es tan infrecuente que se dé el caso de una alergia, por ejemplo a algún alimento como el huevo, que provoque un shock anafiláctico.
Otras posibles causas del shock anafiláctico son los fármacos, las picaduras de insectos, la administración de vacunas antialérgicas y la exposición al látex, según el documento de las doctoras de la unidad de alergia y neumología infantil Echeverría Zudaire LA, del Olmo de la Lama MR y Santana Rodríguez C de la página Web de la Asociación Española de Pediatría (AEPED).
Cómo reconocer un episodio de Anafilaxia
Cuando estamos delante de un episodio de anafilaxia, son como mínimo dos los órganos y sistemas afectados y hay tener cuidado especialmente en niños y niñas menores de 4 años. Sobretodo en lactantes, el factor de riesgo aumenta porque es más difícil reconocer la anafilaxia y además el bebé no sabe expresarse ni describir sus síntomas. 
Normalmente los síntomas de una anafilaxia no tardan más de media hora en aparecer y pueden hacerlo en cualquier orden siendo los cutáneos los más corrientes, seguidos de la dificultad respiratoria.
Si dudáis si estáis ante un caso de shock anafiláctico podeis observar si existe prurito en la palma de la mano, del cuero cabelludo o en los pabellones de la aurícula. Otros síntomas pueden ser la congestión nasal, rinorrea estornudos y la hiperemia ocular.
Normalmente si la anafilaxia ha sido causada por la alergia a algún alimento, en lactantes, lo más habitual es que aparezcan síntomas de dificultad respiratoria. Los vómitos o la diarrea pueden hacer sospechar también un caso de anafilaxia.
Como este tipo de accidente suele ocurrir en el hogar, el pediatra te recomendará tener a mano siempre un antihistamínico como el jarabe Atarax y una inyección de adrenalina, si tu peque es alérgico a algún alimento.
Los accidentes pueden ocurrir, y no sólo porque el o la cuidador/a del bebé se olvide de su alergia…
¿Conocíais este tipo de reacción a la alergia alimentaria?
