Tu bebé se da la vuelta hacia los dos lados ya. La mayoría ya puede mantenerse sentado, con la espalda recta, y con la cabeza erguida y bien mantenida y segura. A veces esto puede retrasarse hasta los 10 meses, no hay que preocuparse. Inicia el gateo (recuerda que algunos lo hacen antes y otros un poco después). Comienza a señalar las cosas con el dedo, y tira y coge las cosas fácilmente. Cuando tiene un objeto en cada mano y le ofrecen otro, suelta uno para tomar el nuevo.
Busca un objeto que se ha escondido.
Comienza a “extrañar” a mamá y papá, lo que se llama para algunos autores: La angustia del octavo mes: La capacidad de reconocer y diferenciar a los adultos entre sí,
puede observase a través de cambios en la conducta de relación, que van desde bajar los ojos tímidamente, cubrirse el rostro con las manos, abrazarse firmemente al adulto, acostarse boca abajo en el piso, hasta llorar o gritar frente a la presencia de adultos extraños a él inclusive frente a aquellos “hasta entonces conocidos”.
Llora enérgicamente en las visitas al médico. Juega a esconderse.
Reacciona cuando oye su nombre.
Reacciona frente al “No” (interrumpe lo que está haciendo).
¿Cómo estimularlo?
-Favorecer la posición de sedestación (sentado inicialmente con apoyos, respaldo de la silla, almohada o cojines) y posteriormente procurar que haga apoyos con las manos para pasar a sujetarse sin ayuda.
-Colocar al niño a “cuatro patas” y dejarle así unos segundos, enseñarle un juguete llamativo y esperar a que despegue una mano del suelo, no importa si pierde la postura, dejamos que lo manipule y volvemos a repetir el ejercicio. Poco a poco se mantendrá más tiempo en esta postura y, al despegarse del suelo para coger el juguete, dejará de caerse. Posteriormente le alejaremos más el juguete para que avance un poco.
-Una vez que comienza a gatear, permitir que se desplace libremente por los lugares donde no exista peligro y en espacios abiertos. El gateo es una etapa muy importante. En el momento del gateo los dos hemisferios cerebrales comienzan a intercomunicarse y lo mismo sucede con las áreas dedicadas a la visión.
-Así mismo irá mostrando deseos de experimentar, subiéndose y bajándose a sillones, pequeños escalones, etc.
-Le ayudamos a descubrir sus manos colocando pulseras sonoras que llamen su atención. Frotamos sus manos entre ellas y con las nuestras.
-Canción de los “cinco lobitos”, moviendo ambas manos al ritmo de la música.
-Juegos de tocar palmas; abrir y cerrar los dedos (adiós) agitar las manos…,
etc.
- Juegos de coger con las dos manos: Ofrecerle juguetes para que los coja y se los vaya pasando de una mano a otra; trabajar distintos movimientos de la mano (girar, apretar, empujar…)
