Con buen tiempo, se multiplican las opciones para entretener a nuestros hijos. Además, no sólo ocupa tiempo sino que propicia actividades más que saludables y beneficiosas para toda la familia. El parque es, sin duda, el aliado ideal para estas ocasiones.
Para empezar, nos obliga a salir a la calle con el crío. Esto está especialmente recomendado para aquellos padres que sienten la pereza de moverse después de un duro día de trabajo. Aunque cueste, hay que pensar en el bienestar del rey de la casa, no lo olvidéis, y es una fuente inagotable de energía que hay que desfogar.
Le pone en contacto con el lado más amigable de cualquier ciudad, árboles y naturaleza. La sombra bajo la que están muchos parques aliviará los calores de esta época, además.
Con buen tiempo, el pequeño podrá encontrarse con los visitantes habituales de los parques: perritos, pájaros, de muchos tipos. A todos los niños les fascinan los animales con lo que el entretenimiento está asegurado.
También tendrá ocasión de socializar. Después de por los animales, lo que más fascina a los niños es ver a otros niños. Los observan como podemos observar nosotros a cualquier ejemplar de animal exótico en el zoológico.
No es de extrañar que, además de la fase de observación visual, quieran pasar a la de experimentación táctil. Esto es, que no se contenten con ser meros espectadores y quieran agarrar, empujar, toquetear, abofetear, mordisquear o besuquear a sus pequeños compañeros. Es comprensible, forman parte de su “mundo” y es su forma de relacionarse ya que las palabras todavía no les sirven de medio de comunicación.
Pero socializan, aún así, socializan. Y eso es muy pero que muy positivo. Por eso, entre otras cosas, me gusta que nuestro hijo vaya a la guardería desde los cinco meses y medio, porque se habitúa a ver seres de su tamaño y condición, no solo adultos.
Otra ventaja de los parques es que evitarán alergias. No es tontería. Un bocado (controlado) de tierra a tiempo le mantiene en contacto con el entorno y le fortalece frente a posibles ataques exógenos con el tiempo.
Y no olvidemos las ventajas que tienen los parques para los padres: ¡¡¡se inician las fascinantes conversaciones con otros padres que llevan a sus hijos!!!
En resumen: con buen tiempo, sol, aire fresco, más niños, juegos, diversión, fortalecimiento del propio sistema inmunológico del niño. ¡¡¡Y todo gratis!!! ¿Qué más queremos?
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