Cuando llega el momento de decorar la habitación, por lo general y sobretodo cuando somos madres/padres primeriz@s, nos imaginamos una habitación como aquella que vimos un día en la revista o Internet…
Nuestras expectativas son las de una habitación infantil molona, con su butaca o sillón, un cambiador repleto de detalles y unas paredes pintadas con un aire fresco que invita a la llegada del bebé. Algunos papis/mamis incluso pintan algo en la pared o colocan un vinilo gigante de algún personaje de dibujos animados de su infancia.
Pero…¿Y si además de todo eso conseguimos que sea una habitación funcional para el o la protagonista?
Las premisas de la pedagogía Montessori se basan en que el entorno del o de la bebé ayuda y mucho a su aprendizaje si éste está adaptado a su etapa evolutiva.
No es lo mismo colocar los juguetes en una estantería alta que en una a la que el o la bebé pueda acceder y le invite a ponerse de pie o a dar sus primeros pasos.
Pues el caso de la altura de la estantería se podría aplicar a cualquier mobiliario que tengamos pensado poner en la habitación infantil,incluso el lugar donde dormir, cuando ya no sea tan tan bebé.
La importancia de favorecer la autonomía dentro de una seguridad es clave para el desarrollo del o de la peque, ya que fomenta su autoestima y le da la oportunidad de aprender por sí mismo, de vivir experiencias en las que su propio cuerpo es el protagonista y el que le pondrá los límites.
Cuando les “ayudamos” para que no se caigan o le colocamos ciertas barreras en el entorno del hogar, muchas veces sin darnos cuenta, lo que estamos haciendo es privarle de oportunidades de aprendizaje significativo.
Es fundamental que la estancia donde va a pasar bastantes horas de juego sea adecuada a su cuerpo y su edad.
¿Tuvistéis en cuenta alguna premisa Montessori a la hora de decorar la habitación infantil?
