Este niño de 15 meses, tiene a su madre secuestrada

Este niño, a sus casi quince meses, hay veces que tiene a su madre secuestrada.

Pensaréis que es una exageración pero os lo digo, especialmente a los padres, porque es algo que pasa y para lo que conviene estar preparado.

Dicen que si son niños, como es nuestro caso, tiene más querencia con la madre. Cone so contábamos. Una compañera del trabajo tiene una niña y me dice que tiene devoción por su padre, sin embargo.

                 este niño tiene 15 meses este niño tiene mamitis

Pero una cosa es tener devoción, que la quiera mucho a su madre, que es lógico y normal, y otra muy distinta que le trastoque su vida en determinados momentos.

Afortunadamente, no pasa de continuo, este niño es muy bueno y que se va con la gente sin problemas, es bastante social, vamos.

Sin embargo, en algunas ocasiones, sobre todo cuando llega la hora de acostarse o se acaba de levantar, no puede hacker nada sin estar literalmente pegado a su madre.

Esta misma noche, su madre le estaba cambiando mientras yo hacía otra cosa por la casa. He llegado antes de que acabaran y justo para hacerle la limpieza de nariz de cada noche, que se la hago yo (mano de santo, por cierto, para que respiren bien toda la noche y duerman sin mocos). Pues bien, ha bastado con que mi mujer dijera “Me voy a cambiar” para que el niño empezara con esas perras de teatro, como las llamo yo, pero que si no le haces caso se pueden convertir en tormenta de verano primero y en borrasca con granizo más tarde.

este niño tiene mamitis

Yo he querido disuadir a mi mujer para que se fuera, que ya controlaba yo la situación, pero ella no ha querido que llorara (comprensible, por otro lado; no tienes un hijo para oírle llorar) y no sólo no se ha separado del niño sino que, cuando trataba de adelantar y cambiarse de ropa, se separaba apenas unos centímetros de él y ya la estaba montando…

He dicho al principio que este post va dedicado a los padres porque las madres son una causa perdida con este asunto.

Somos los padres los únicos que podemos ver la situación con la suficiente frialdad como para poner límites a las “tretas” del pequeño de la casa. Porque tretas tiene un rato, que cuando ha empezado a berrear porque le “separamos” diez segundos de la madre y consigue que le vuelva a coger, se recuesta en su pecho, le acaricia la cara, la da besitos… ¿cómo resistirse a estas argucias?

este niño tiene pasión por su madre

Para eso estamos los padres, que no recibimos nada (o casi nada) de esos agasajos. Eso sí, convencer a vuestras esposas que lo mejor es que el niño llore un poco pero que se acostumbre a que no todo lo que quiera conseguir lo tendrá, es tarea harto difícil…

 

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Acerca de Javier

Un Padre con la L
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