Miedo a la Oscuridad.
Hace unos meses os hablaba de los miedos evolutivos que aparecen y desaparecen a lo largo de la vida. Hoy, os voy a hablar sobre uno de los miedos más comunes que tienen los niños, y algunos consejos para poder enfrentarlos junto a ellos.
Pero antes, recordar que… El miedo es una emoción natural normal en los seres humanos como lo es la alegría, la tristeza, o el enfado. En este caso, esta emoción es una reacción que actúa como una alarma preparándonos para escapar o para enfrentarnos en caso de necesidad. Es decir, nos protege ante posibles peligros.
El miedo, es una emoción que en el cuerpo se manifiesta a través de reacciones físicas como son: acelerar el corazón, sudoración, y en el caso de los peques especialmente lloros y gritos, entre otras. Además, las reacciones físicas van acompañadas de pensamientos negativos que pueden estar asociados a monstruos, ogros, separación de los papas….
Junto con las expectativas de que algo malo puede pasar.Teniendo en cuenta lo que acabamos de comentar es comprensible que los pequeños ante la oscuridad u otros miedos, inicien todas las conductas de evitación posible para no enfrentar dichas situaciones.
En el caso del miedo a la oscuridad, las batallas suelen producirse a la hora de irse a dormir especialmente, ya que es, cuando con mayor frecuencia tienen que enfrentarse a esa situación. ¿Qué podéis hacer?
Para qué los niños enfrenten dicho miedo, que suele aparecer en torno a los 3 años y les acompaña durante bastante más tiempo, es muy eficaz asociar la oscuridad al juego y a las actividades agradables. Por ejemplo, puede ser muy útil por la tarde en casa, jugar con vuestro hijo a la búsqueda del tesoro. Dicho juego consistiría en esconder algo en un lugar oscuro y que el pequeño tuviera que buscarlo. Cuanto más os metáis en el juego, más se implicará el pequeño, les suele gustar mucho disfrazarse o crear el tesoro.
Otra actividad que podéis hacer justo antes de que se acueste, es hacer sombras en la pared. Es una práctica muy útil para ayudarles a entender las sombras y el porque de su existencia.
También podéis jugar con ellos al escondite, o pedirles que cierren los ojos e imaginar actividades agradables, o que se Imaginen en un lugar bonito, en el que se lo están pasando bien.
Estas son algunas de las actividades que os propongo, pero vosotros sois quienes más conocéis a vuestros hijos y seguramente sepáis otros juegos para hacer con ellos, relacionados tanto con la oscuridad como con otros miedos.
Como podréis haber observado tras leer este comentario, el objetivo es que los niños asocien la oscuridad a cosas positivas y para ello deberán irse enfrentando poco a poco a través del juego.
El miedo a la oscuridad, al igual que otros miedos, se vence enfrentándolo, y qué mejor, que hacerlo de manera divertida con vosotros que sois las fuentes de seguridad y apoyo con las que cuentan vuestros hijos.
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