¡Por fin ha llegado el momento! ¡Le vamos a llevar a la playa por primera vez en su vida!
Ya el verano pasado, cuando apenas tenía tres meses, se nos pasó por la cabeza llevarle a la playa pero, aunque no es mala idea llevarles en el momento que sea, nosotros nos alegramos de no hacerlo el año pasado; nos parecía demasiado pequeño y queríamos que la primera vez pudiera enterarse más y disfrutara con sus cinco sentidos de algo tan nuevo.
Y creemos que este verano sí es el momento. Pero a la playa no se puede ir de cualquier manera.
Hay bastantes cosas que hay que tener en cuenta porque, al fin y al cabo, vamos a un sitio distinto de nuestra casa, a establecimientos públicos en los que no siempre tienen todo lo que nos hace falta (o está en unas condiciones que mejor contar con lo nuestro).
Lo primero que tuvimos que tener en cuenta fue el hospedaje. 
Pensamos en un hotel y es muy posible que sea una buena elección pero nosotros preferíamos ser más independientes, lo que nos permitiría adaptarnos más a los horarios de nuestro hijo, y hemos escogido un apartahotel. Puedes tener acceso a los servicios de un hotel pero estás en un apartamento en el que tú puedes hacer la comida del niño (y la tuya), calentar lo que haga falta y hacer una vida en familia similar a la que harías en tu propia casa. 
Nos aseguramos de que dispusieran de cuna. En caso contrario, tendríamos que habernos llevado la cuna-parque de viaje (lo que sería un inconveniente, por temas de espacio en el coche, lógicamente).
Otro elemento a tener en cuenta es la bañera para sus baños. Vamos a llevar una plegable: ocupa poco en el coche y sirve para meterla en la ducha o bañera del apartamento.
Y, por supuesto, hemos hecho un planning de sus comidas, nos llevaremos potitos hechos por nosotros congelados (la búsqueda de las neveras que aguantan hasta dieciséis horas con hielos la temperatura de los alimentos también ha tenido su aquél…) y alimentos que se pueden preservar bien para completar sus comidas y cenas allí.
Cremas, pañales, botiquín, juguetes… son otros detalles que harán que nuestro coche parezca el de un inmigrante volviendo a casa.
Todo sea por el disfrute del niño…
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