Los peligros de la piscina: el ahogamiento secundario

Ahora que se acerca el verano, también se acercan los momentos de piscina y de baño donde los niños lo pasan en grande con la familia y los amigos. Pero lo que hay que tener claro es que las piscina no es un juego de niños y que mientras los pequeños estén divirtiéndose en el agua siempre tendrá que haber un adulto con ellos.

Cada año la cifra de niños ahogados en piscinas y playas es alarmante y sólo por eso es un motivo para que los padres sientan la necesidad de vigilar a los pequeños en todo momento que estén en el baño. Nunca hay que dejar que los niños se diviertan solos en el agua, aunque tengan 12 años. Muchos niños sueñan con pasar tardes enteras en una piscina pero para los padres esta diversión infantil se puede convertir en toda una pesadilla.

nena piscina

¿Conoces el ahogamiento secundario? Es igual de peligroso que un ahogamiento bajo el agua. La reacción no es inmediata y muchas personas no saben identificarlo ni tampoco qué hacer cuando ocurre. Es un peligro silencioso y aterrador que se encuentra en las piscinas si no se tiene cuidado.

¿Qué es el ahogamiento secundario?

El ahogamiento secundario ocurre cuando alguien inhala agua, el líquido irrita y se acumula en los pulmones por lo que hará difícil (pero no imposible) que la persona respire. A diferencia del ahogamiento típico, la respuesta no es inmediata, en algunos casos, el ahogamiento secundario puede ocurrir hasta 72 horas después del incidente.

padre piscina

Además de llenar los pulmones de líquido, el ahogamiento secundario expone al cuerpo a productos químicos agresivos si el líquido proviene de una piscina, jacuzzi u otro lugar.

¿Cuáles son los síntomas?

Después de un incidente de casi ahogamiento de un niño o cualquier persona adulta, tendrás que buscar alguno de estos síntomas para saber si se trata de un ahogamiento secundario:

  • Respiración dificultosa
  • Tos intensa
  • Cansancio extremo o inusual
  • Comportamiento inusual relacionado con el funcionamiento del cerebro como falta de conciencia o dificultad para hablar.

piscina jugar

¿Qué hacer ante un ahogamiento secundario?

Si un niño presenta cualquiera de estos síntomas tendrás que llamar a urgencias inmediatamente y acudir al hospital más cercano. Dependiendo de la gravedad de la situación, el niño podría estar en observación durante toda la noche e incluso varios días.

¿Cómo prevenir que esto ocurra?

Al igual que otros muchos incidentes de verano, el ahogamiento secundario es un accidente que puede pasar a cualquiera. Apuntar a los niños a clases de natación es una buena idea para que entiendan los peligros del baño y que tengan la resistencia suficiente para poder nadar. Igualmente cuando estés con tus hijos en la piscina no le pierdas ojo en ningún momento.

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Acerca de mariajoser

Maestra, Psicopedagoga y Madre
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