Miedo a los animales, como enfrentarlo.
Quien no ha dicho alguna vez a sus hijos alguna de estas frases “cuidado que muerde”, “no te acerques que puede ser peligroso”. Son algunas de las expresiones más habituales que decimos a los pequeños cuando vemos algún perro (habitualmente, pero también ante otros muchos animales), y es que en función de la raza es cierto que algunos y más, sí no los conocemos, pueden ser muy peligrosos.
El miedo a los animales, especialmente a los perros es muy habitual y suele aparecer en torno a los dos años. Algunos de los padres cuando nos comentan estos miedos hacen referencia a experiencias negativas durante la infancia que han experimentado sus hijos, sin embargo es importante saber que este miedo es evolutivo y puede aparecer sin haber tenido lugar ninguna experiencia negativa con animales.
Ante este miedo a los animales, ¿Qué podemos hacer para ayudar a los niños?
Uno de los principios fundamentales, consiste en las aproximaciones sucesivas, es decir, que el pequeño vaya poco a poco acercándose al animal temido y sin sentirse obligado a ello. Es fundamental que sea el pequeño el que tome la decisión de explorar al animal.
Como padres lo que sí que podéis hacer es provocar que vuestro hijo tenga contacto con el animal en concreto, bien llevándole al zoo o quedando con algún amigo que tenga ese animal. De hecho es lo más recomendable ya que os permitirá conocer el carácter del animal y el acercamiento será más fácil. Una vez que el pequeño decida irse acercando al animal, será importante que le reforcéis por ello con frases como “muy bien cielo”, “que valiente eres”.
Frases del tipo “¿te gusta el animal? ¿Es bonito, verdad?” Suelen ser muy útiles para ayudar al niño a distraerse y disminuir su ansiedad mientras se enfrenta a su miedo. Sin embargo no es recomendable usar expresiones del tipo “ves, como no era para tanto”, “venga, acércate, tócalo”, “no seas miedoso, que no pasa nada”.
Es fundamental que sea el pequeño el que tome su iniciativa y decida el ritmo al que quiere irse aproximando. Vuestro papel fundamental consistirá en ir reforzando los pequeños pasos que vayan dando vuestros hijos para enfrentarse al animal temido.
Otra estrategia útil es el modelado. Consiste en aprender a través de la observación de otras personas. Por ejemplo, suele ser muy útil que los niños os vean con los animales que temen, que vean cómo lo hacéis o contarles cuentos en los que sus personajes preferidos estén con animales o incluso cuentos de mascotas. Esta estrategia es muy útil y puede combinarse con la estrategia anterior. Además para los peques suele ser menos aversiva porque no se le pide que lo vaya haciendo, sino que es una muestra de cómo otros lo hacen.
Recordemos que la mayoría de las conductas son aprendidas por observación en la infancia y esta puede ser una de ellas.
¿Vuestros niños han pasado por esto? ¿Qué hicisteis? Contarnos vuestra experiencia.
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