Ya os hablé en otra entrada de algunas patologías del ombligo de los bebés. Muchas de las patologías se engloban dentro de lo que se conoce como obligo húmedo. Si creéis que el ombligo de vuestro bebé no tiene un aspecto normal, no dejéis de hacer una visita al pediatra, ya que, aunque puede ser un simple eccema, es importante valorar que no sea alguna de las patologías que se conocen bajo el denominado ombligo húmedo.
Parece que en algunas gestaciones, el cordón umbilical no se acaba de separar/formar correctamente y queda adherido a algunos órganos, con el consiguiente problema que esto puede conllevar a posteriori el hecho de que, a través del ombligo, pueda entrar algún componente infeccioso o de que pueda infectarse a la larga.
La formación del cordón umbilical se da entre la 3ª y la 12ª semana de gestación.
El uraco es un remanente del conducto vitelino del feto que se une con el techo vesical y dentro de las alteraciones que pueden derivar se encuentran el uraco persistente (en el que puede salir orina a través algún orificio, siendo permeable), el seno uracal (cuando el conducto se cierra dejando un hueco en el que se pueden acumular restos que pueden causar infección) o quiste del uraco (en el que la dilatación no comunica con el exterior).
El quiste de uraco es una de las patologías de las que os hablo, en la que el ombligo está de alguna forma conectado con la vejiga, con lo que puede pasar por diferentes fases apareciendo parte de mucosa e incluso segregar orina.
Normalmente una ecografía y la valoración de un cirujano pediátrico serán suficientes para establecer el diagnóstico y valorar las posibles acciones a llevar a cabo.
¿Habíais oído hablar de estas patologías del ombligo?
Si encuentras interesante esta información, compártela con otros padres a través de tu Red Social Favorita Facebook, Twitter, Google +… Gracias
