Las molestas sensaciones del primer trimestre del embarazo van quedando atrás. De hecho, como se engrosa la cadera, el útero tiene más espacio para “moverse”, no presiona tanto la vejiga y las visitas al baño no tendrán por qué ser tan frecuentes. Por el contrario, se pueden notar molestias en la pelvis totalmente normales y de intensidad variable según el caso.
Como la cadera se ensancha y es muy posible que se empiece a notar la incipiente barriga (aunque hay madres que hasta bien avanzado el embarazo no se les nota nada en absoluto), conviene empezar a utilizar ropa cómoda (la de tipo pre-mamá) de tejidos naturales, a poder ser. Os darán menos calor y os molestarán lo menos posible.
En la semana catorce de embarazo, te realizarán el análisis que determine el posible riesgo de Síndrome de Down y otras malformaciones cromosómicas. Es, posiblemente, el momento del embarazo más delicado para la pareja, no sólo por el resultado que puede salir sino por determinar qué hacer en caso de que salga alta la probabilidad. En ese caso, os propondrá el médico hacer la prueba de la amniocentesis. Afortunadamente, nosotros no tuvimos que pasar por ese trago. No se lo deseo a nadie, desde luego. Aunque sean conocidos los comentarios más que positivos de aquellos padres que finalmente han tenido algún hijo con Síndrome de Down, supongo que, sobre todo al principio, no debe ser fácil.
El bebé, ajenos a tus preocupaciones (o no tanto, ¿quién sabe? Por si acaso, conviene ser lo más feliz posible en el embarazo, a ver si, por un casual, se “alimenta” también de nuestros estados de ánimo. Yo creo que sí lo hace, de hecho…) sigue creciendo, ahora ya se alimenta de la placenta, hace movimientos ligeros con la cabeza, incluso se mete el dedo en la boca y le ha crecido por todo el cuerpo (cuerpecito de apenas diez centímetros) un vello llamado “lanugo”, que le durará hasta que nazca.
Pero una de las cosas más curiosas y que más ilusión nos pueden hacer a los padres es que en estas semanas los huesos de sus oídos se han endurecido lo suficiente como para percibir sonidos y hete aquí que ¡comienzan a identificar las voces más cercanas!
Por supuesto, la de la madre (especialmente durante sus primeros meses de vida el bebé identificará ABOSLUTAMENTE TODO de la madre, así que este dato no es significativo) pero también del padre. ¡Chicos, nos parecía mentira pero nuestro futuro hijo también nos reconoce a nosotros antes de nacer!
Durante estas semanas del embarazo, en esa carrera particular que tenían el crecimiento de la cabeza y el crecimiento del cuerpo y que hasta ahora ganaba la cabeza, comienza a tomar delantera el cuerpo y las extremidades se hacen más largas. Además, el cerebro del feto empieza a controlar algunos movimientos y así el futuro bebé hace ejercicios: bascula, se mete un dedo en la boca, se coge un brazo, una pierna…
La maravilla de la vida sigue avanzando…
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