En las asociaciones prolactancia te aconsejan no usar el chupete durante los primeros días ya que éste puede confundir al bebé con el riesgo de que luego haya un rechazo del pecho de la madre.
En ocasiones las madres que alimentamos a nuestros bebés con lactancia materna de forma exclusiva buscamos aliados como el chupete ya que las primeras semanas se hacen duras al ser nuestro trabajo casi de forma exclusiva el de dar el pecho, cosa que no nos permite hacer casi nada de lo que estábamos acostumbradas a hacer antes de ser madres.
Un dato interesante que recojo de la Web de la AEPED (Asociación Española de Pediatría) es que un bebé que usa chupete puede provocar un rechazo o una disminución de la cantidad de leche que fabrica su madre ya que el pecho es estimulado en menor medida y recordemos que la producción de leche materna va en función de la demanda y de la succión que ejerza el bebé.
Lo que se conoce como succión no nutritiva es cuando el bebé succiona pero no se oye el típico ruido de ingerir leche con lo que algunos decimos que “usa la teta de chupete”. Bien, en realidad, usar la teta de chupete también tiene su función ya que los bebés nacen con el instinto de succionar que no sólo les sirve para ser alimentados sino que también es su vía de encontrar la calma.
En realidad tanto el chupete como el biberón son artículos que buscan sustituir al pecho de la madre y que han sido diseñados por una empresa como productos para ser vendidos en el mercado.
A través de la boca, los bebés experimentan el sentido del tacto, del olfato o del gusto al succionar el pecho materno.
Aquí podéis ampliar la información recogida en este post.
Son muchos los beneficios de la lactancia materna y no sólo los que se refieren a la simple alimentación. El pecho no sólo alimenta, es una herramienta. ¿No os parece?
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