Qué divertido es jugar y pasarlo bien con los amigos. Esto es algo que tienen claro todos los pequeños y que los adultos echamos de menos a veces, eso de poder correr y saltar como hacen ellos.Sin embargo, en ocasiones, hay pequeños que más allá de pasarlo bien, acaban el juego enfadados porque no han ganado, estos pequeños tendrán que aprender a saber perder.
Y precisamente en saber perder es el tema en el que vamos a centrarnos.
Los padres, en esa labor educativa que llevan a cabo para hacer que sus pequeños sean niños educados, buenos, humildes, responsables… también deberán centrarse en hacerles entender que a veces se pierde o se gana al jugar y que hay que disfrutar del juego sin más, sin convertirlo en una frustración si ese día ha perdido.
De hecho, hay muchos niños que se enfadan muchísimo, empiezan a chillar, a berrear… la típica rabieta de la que ya hemos hablado en otras ocasiones.Y es que, no conciben perder, puesto que en su afán de ser los mejores y de lograr llegar el primero en esa competición o de ser el que mejor lo hace, les lleva a olvidar el objetivo: DIVERTIRSE.Por el contrario, se centran en lo que para ellos parece ser la única meta, ser los vencedores. De este modo, comienza explicándole a tu pequeño esto, hazle saber que no se es mejor por ganar o perder, que lo importante es pasarlo bien, disfrutar, y que, a veces, al esforzarse ganará pero que otras veces no y que no ocurre absolutamente nada. De este modo, juega con él y muéstrale esto de lo que le hablas. Incluso alguna vez puede ser útil que le dejes incluso ganar para que vea que tú te tomas bien el perder, que no es nada grave. Aun así, con esto no digo que le dejes ganar siempre para evitar que monte en cólera, ya que esto será totalmente contraproducente. Si para que no se enfade, dejas que siempre sea el vencedor, no le estarás haciendo ningún favor.
Así, cuando juegue con otros niños, observa cómo se comporta. Si empieza a chillarles a los otros niños cuando pierde o incluso deja de jugar, porque no quiere volver a ser el que no gana, acércate entonces y aléjale del grupo. Habla con él y si no entra en razón, no dejes que vuelva a jugar. Seguro que entonces se arrepentirá, ya que, aunque en el momento se irritara y no quisiera seguir con el juego, en estos casos, es frecuente que a los cinco minutos quieran seguir intentando lograr ese objetivo de ganar. No le dejes, tiene que valorar y darse cuenta de que antes, aunque no ganó, se lo estaba pasando bien, mientras que ahora está aburrido.
También es útil que recurras a leerle cuentos sobre niños que no saben perder para que se vea reflejado y que aprenda la lección, e incluso dibujos animados, que aún pueden llamarle más la atención, todo dependerá de lo que más le guste a tu pequeño.
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