Una de las cosas que más echo en falta en cuanto empieza el frío es el saco del carro.
Cuando voy a hacer el cambio de armario, una de las piezas que busco en particular es el saco. Aunque mi bebé ya cumplirá en marzo los dos añitos, seguimos usando un estupendo saco que nos regaló la iaia para mi primera hija.
Ya tenía otros, pero éste es diferente porque al tener una cremallera en medio es mucho más práctico también para bebés más mayorcitos que llevan calzado y necesitan más abertura.
El saco es otro de los productos que creo indispensables si tienes en casa un peque, porque ellos al ir sentados en el carro, no hacen ejercicio con lo cual necesitan ir más abrigados que los que ya caminamos.
Para nosotros además, el saco es una garantía de que va abrigado y de que si se duerme podemos abrigarle correctamente, cerrando la cremallera hasta arriba y sin necesidad de llevar mantitas que acaban arrastrando por el suelo o enganchándose en la rueda del carro.
Existen sacos de distintos tipos de tejido para utilizarlos en función de la época del año y del frío que haga, pero los que más hemos usado en casa son los gorditos gorditos, de tejido polar. Otra cosa que también es muy práctica en materia de sacos, es que tengan otra cremallera que separe totalmente las dos piezas (la de arriba y la de abajo), porque así podemos usar únicamente la de abajo cuando todavía no hace un frío tan intenso como el de estos días o usar las dos partes. Y además, los sacos de tejido polar, se suelen secar muy rápidamente, un dato a tener en cuenta si vuestros peques picotean algo de vez en cuando mientras dan el paseo.
¿Qué saco usáis vosotr@s?
Si te ha gustado esta información, compártela a través de tu Red Social Facebook, Twitter…