Si no has oído nunca hablar de la toxoplasmosis, debes saber que es una infección que causa un parásito que puede hacer daño a la placenta y al bebé en el caso de una mujer embarazada.
Con la intención de evitar este mal trago tanto para la madre como para el bebé, la mujer embarazada debe privarse de comer determinados alimentos hasta que le hagan la analítica que confirme si ella ya ha pasado o no la toxoplasmosis, ya que si es que sí, no hay riesgo de contraerla de nuevo.
Puede que tú ya hayas pasado la toxoplasmosis sin darte cuenta, ya que los síntomas pueden pasar desapercibidos o confundirse con un simple resfriado. Si ya has pasado la infección, tu cuerpo ya tiene las defensas y no volverás a infectarte.
El mayor riesgo existe durante el primer trimestre de embarazo, que es precisamente cuando todavía no sabemos qué podemos comer y que no y de hecho, durante el primer mes, no sabemos ni que estamos embarazadas…
A través de un análisis de sangre se conocerá si tu cuerpo tiene ya o no los anticuerpos a la toxoplasmosis.
Hasta el momento, debes seguir algunas pautas y dejar de hacerte el bocadillo de jamón serrano, aunque puedes prepararte deliciosos bocadillos vegetales, de queso o de membrillo con nueces. 
Entre los consejos que hay que tener en cuenta para no contraer la toxoplasmosis está el de congelar la carne antes de cocinarla, comerla bien hecha (nada de al punto o cruda), evitar la carne en sal o ahumada (timo el jamón o el salami a no ser que estén cocinados en una pizza).
La futura mami debe evitar comer también huevos crudos, alimentos hechos con leche no pasteurizada, debe lavar muy bien la fruta y la verdura (puedes dejarlas en remojo con vinagre unos diez minutos antes de comerla), lavar bien los útiles de cocina y evitar tocar carnes, aves o mariscos crudos.
¿Y tú? ¿Tuviste que hacer dieta anti toxoplasmosis durante tu embarazo?
