Seamos realistas. Si el cuerpo de la mujer es capaz de mover muchos de sus órganos internos para albergar a su bebé, lo que sería increíble es que después pudiera regenerarse y recuperar el aspecto inicial como si nada hubiera pasado. Si el cuerpo de la mujer es capaz de desplazar estómago, intestinos y un montón de órganos de su interior para hacerle sitio a la nueva vida, lo que sería mágico es que todo volviera su sitio tras el parto sin más.
La realidad de muchas mujeres tras el parto: Un nuevo cuerpo
Como la mayoría de mujeres no somos vampiras, ni tenemos capacidades mágicas que nos permitan cerrar heridas o hacer desaparecer las estrías que han causado el hecho de que la piel se haya estirado y retraído a niveles desorbitados en un espacio de tiempo de 9 meses…lo creíble es que en nuestro cuerpo queden señales. Señales de vida.
Recientemente se han hecho virales las fotos de una mamá, Julie Bhosale, que ha ido publicando imágenes de su vientre tras distintos momentos tras su parto.
Esta madre neoxelandesa ha querido mostrar a las mujeres la realidad de su vientre tras tener a su segundo bebé, explicando y mostrando en su blog personal cómo el cuerpo cambia tras convertirte en madre.
La finalidad de esta mamá es que las mujeres seamos conscientes de que tras vivir un embarazo y un parto, lo normal es que queden secuelas físicas y que no debemos obsesionarnos ni sentirnos mal porque es lo más natural del mundo.
No pongo en duda que haya mujeres que puedan cuidarse y tengan mejores cualidades en cuanto a la tonificación de su piel que consigan recuperar de forma increíble su silueta, pero lo más habitual es que en el cuerpo de la mujer queden marcas después de ser madre. Es normal que el pecho caiga o que aparezcan estrías pero…¿No pagaríais ese precio por la experiencia vivida? Yo sí, yo no cambio mis niños por volver a tener el cuerpo de antes.
