El otro día cuando escuché la palabra “acetona” vino a mi memoria una escena del pasado, en la habitación de mi abuela, con la que vivía, en la que había un orinal en el que había hecho pipi y en el que mi madre metía unas tiritas de papel que según el color en que se transformarán, decidirían si estaba o no enferma. Aquellas tiritas son tiras reactivas de orina y es el análisis que permite determinar el diagnóstico de la acetona y su posible relación con alguna enfermedad.
¿Qué es la acetona?
El organismo produce acetona cuando la glucosa está baja de nivel y las grasas no se queman correctamente. Cuando el o la peque no tiene reserva de glucosa, cosa que necesita en mayor cantidad que el adulto, utiliza las grasas para conseguir energía.
La acumulación de acetona pasa a la sangre a través del hígado, que es el órgano que produce estos cuerpos cetónicos y el organismo no puede eliminarlos si no dispone de suficiente glucosa.
La acetona puede aparecer por varias causas entre las que destacan el ayuno durante bastantes horas, haber comido muchas grasas o azúcares tipo fritos o chocolates o haber tenido mucha fiebre.
Este trastorno suele ir acompañado de mal aliento y mal olor en el pipi, además de poder venir acompañada de dolor de cabeza, malestar general e incluso fiebre.
Parece que la acetona es propensa en los y las peques de tres a diez años y que puede venir o no acompañada de enfermedad. En el caso que la acetona esté relacionada con alguna enfermedad, ésta suele ser una infección de tipo otitis o del tracto respiratorio superior o un posible riesgo de diabetes.
En caso de acetona se aconseja beber mucho líquido para mantener una correcta hidratación y beber bebidas con azúcar y comer en pequeñas cantidades.
¿Conocéis las famosas tiritas reactivas de acetona?