A medida que los hijos crecen las madres envejecemos y esta es la ley de la naturaleza. Queremos ver a nuestros hijos crecer y avanzar en la vida, pero al mismo tiempo nos cuesta horrores asimilar que el tiempo también pasa para nosotras y que sin darnos cuenta, empezamos a envejecer. Eso le ha pasado también a tu madre, pero es importante saber que la edad no es una barrera para verse y sentirse bien.
A todas nos gusta alegrar nuestra mirada de vez en cuando, pero por supuesto para sentirse bien lo primero que hay que hacer es aceptar la edad que se tiene. Pero, ¿cómo puedes animar a tu madre de forma sutil a que renueve su imagen sin que se ofenda? Cuando lo hayas conseguido y ella tenga su imagen renovada… a ti te encantará verla tan bien y ella te agradecerá ese impulso.
Llévala de compras
Una manera muy disimulada pero eficaz de animar a tu madre a cambiar su imagen es con un día de compras madre e hija. Puedes entrar en tiendas de forma disimulada donde pienses que pueden haber prendas de ropa que se adapten a ella y decirle cosas como: “Mira mamá, esto te sentaría genial. Si te gusta te lo regalo”. Acompáñala a los probadores para que se vea distinta y bonita.
Su estrella favorita
¿Es posible que tu madre le guste alguna actriz o cantante que tenga su edad? Muchas mujeres se piensan que son demasiado viejas como para llevar ciertos looks pero la realidad es que esto es más una actitud que una realidad. Si le enseñas a tu madre actrices que tengan su edad verá que ella también puede ser así, ¡o mejor! No es necesario cirugía, con una buena actitud es más que suficiente.
Anímala a ir a la peluquería contigo
Puedes animar a tu madre a que te acompañe a la peluquería y así que de paso ella también se actualice el estilo. Nunca está de más cambiar el color o probar un corte nuevo y atrevido. ¿Quién sabe? Igual encuentra un look que le favorezca incluso más que a ti.
Mimos para mamá
Tu madre se ha pasado la vida dándote mimos y amor, y ya es hora de que note que tú también quieres darles mimos y amor. Llévatela a un balneario o a un salón de belleza para que se deje mimar un poco. ¡Día de chicas!