Hace unos días que el peque empezó la guardería. No es fácil, ni para la madre ni para el peque, todo hay que decirlo. No es fácil porque el vínculo es fuerte, ha estado conmigo hasta ahora 24 horas al día y pocas veces o durante poco tiempo nos hemos separado.
Hace unos días que empezaron los mocos, supongo que como respuesta a su disconformidad sobre la nueva etapa en la guardería y ante que lo deje allí sin más, cuando él me pide ir “a casa, a coches” (a casa, a jugar con los coches).
Y hace unos días que al despertar de su siesta y mientras hacía un puzzle con él en el suelo del salón donde tiene su espacio de juego ví que tenía una parte del cuello inflamada.
Los que solemos padecer de faringitis solemos saber qué son los ganglios, a mí me acompañan desde pequeña y ya los conozco bien, pero tengo que decir que me asustó un poquillo.
Tratamiento natural y saludable para tratar los ganglios
Le he seguido dando própolis, ese fantástico remedio para ayudar al organismo y a las defensas a luchar contra virus indeseados del que os hablé en esta entrada y parece que la cosa va remitiendo.
También ha tomado alguna infusión suave de saúco, malvavisco, malvaflor y salvia, potentes remedios contra la tos, los mocos y el dolor de garganta.
Si la inflamación cervical es local se conoce con el término de adenitis y según los pediatras son típicas reacciones a infecciones de las vías respiratorias altas, principalmente de etiología vírica, que regresan en unas semanas (según especialistas de la Unidad de Infectología Pediátrica del Hospital Infantil de la Paz en Madrid).
Si no estás tranquilo/a siempre puedes pedir cita con el pediatra si ves que la inflamación no baja, pero si es época de mocos y faringitis, no te alarmes, seguramente su organismo ha concentrado allí las defensas para luchar contra algún maléfico virus.
¿Has tenido alguna vez ganglios?